Aléjate de las comparaciones y expectativas
Para ser feliz hay que interactuar con la vida y curiosear la, no con expectativas o comparaciones. Las expectativas pueden robarte la felicidad porque llevan a comparación entre la realidad y un ideal en tu mente. En lugar de comparar tu experiencia de ahora con lo que debería o podría ser, vive el momento, asimílalo tal y como es. Es mejor probar un plato de comida antes de juzgarlo y no dejarse llevar por nuestras expectativas sobre algo, alguien etc.
La comparación trae falta de satisfacción con todo. Por ejemplo, si te has comido un yogurt esta mañana, lo vas a disfrutar más si no lo comparas con un helado. El yogurt es un buen alimento y está super rico si lo aceptas tal y como es. Pero si comparas el yogurt con el helado, obviamente no lo vas a poder apreciar de la misma forma. Y esto mismo pasa si estas en casa disfrutando de una buena película con la gente a la que quieres, puedes estar completamente feliz, hasta que empiezas a comparar esa experiencia con estar en una playa del caribe o comparas tu vida con la de otros famosos.
Esto también pasa diariamente con las redes sociales. Intenta NO COMPARARTE, al final, casi todos solemos mostrar nuestra mejor cara: una foto representa un segundo de una vida que no siempre es perfecta. ¿Por qué siempre que nos comparamos salimos perdiendo? Intenta ser realista cuando veas una foto ideal: la persona que hay detrás también experimenta todas las emociones, se enfada, llora o se frustra, pero no lo muestra por las redes sociales.
Cuando te aferras a expectativas te puedes quedar decepcionad@, frustrad@, pensando en cada cosa que sale mal, como lo que pudiste o debiste haber hecho.
Lo mismo sucede cuando comparas los hechos y experiencias en tu vida con lo que pudo haber sido: te puedes amargar si empiezas a pensar en las cosas que podrías haber tenido, los caminos que no elegiste, y todas esas experiencias que no viviste en su momento, vas a sufrir. Por ejemplo, pudiste haber escogido otra carrera, o vivir en otra ciudad. Pensando en lo que pudo haber sido te quita felicidad y satisfacción de lo que estás viviendo.
Observa cuando te estás aferrando a una expectativa o comparando tu vida o el momento con un ideal en tu mente y trata de desprenderse de estos pensamientos y regresar al presente. Vive el momento en lugar de compararlo o juzgarlo.
¿QUÉ DICE LA CIENCIA AL RESPECTO DE LAS COMPARACIONES?
La psicología afirma que a pesar de que nos comparamos constantemente, no nos solemos dar cuenta que nos perjudican a nosotros y dañan nuestra autoestima. Pero lo que no nos perjudica en absoluto y nos ayuda a conocernos y a superarnos encontrando nuestras fortalezas y debilidades trabajando en ellas mediante la comparación con uno mismo a través del tiempo y a pesar de que parezca fácil en pleno desarrollo tecnológico y en una sociedad individualista con la que interactuamos todos los días, es muy fácil caer en la comparación ajena por las expectativas que nos hacen pensar y formulamos con nosotros mismos.
Por las redes sociales, méritos de los demás, o falta de valoración en méritos propios, opiniones de los demás o sus creencias hacia nosotros. En conclusión, para dejar de compararnos tenemos que pensar que cada persona se valora de forma diferente, quiero decir que cada persona tiene diferentes metas, objetivos y no tiene que pensar que otros lo harían mejor. Cada persona es un mundo lleno de sorpresas la cual solo se superará queriendo superarse a uno mismo. Y esto no quiere decir que tengas de ti una expectativa de mejora y de ser perfecto, seguirás teniendo muchos fallos, la diferencia es que los corregirás de inmediato. Y si te comparas le echarás la culpa a alguien o algo y en realidad es tuya.
Asensi, la única comparación válida es con respecto a nosotros mismos:

Es un post muy bien escrito y muy cierto, buen trabajo
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